Los botánicos de la Universidad de Kobe se han topado con una flor previamente desconocida en los bosques de hoja perenne de la famosa isla protegida de Yakushima, estudiando plantas nativas: micoheterótrofos. Las especies descubiertas por ellos llevan la misma forma de vida parasitaria, chupando nutrientes de los micelios subterráneos y apareciendo sobre el suelo solo para la floración.

La asombrosa planta no necesita la luz solar en absoluto: el tallo de Sciaphila yakushimensis, de 3 a 9 cm de largo, no aparece por encima del suelo, sobresaliendo solo numerosas (de 9 a 15) pequeñas flores de color púrpura. Como era de esperar, es incapaz de realizar la fotosíntesis y depende completamente de las sustancias orgánicas que absorbe de la micorriza, creciendo en ella con muchos pelos radiculares.
Esta es una historia bastante inusual: con mucha más frecuencia las plantas y los hongos viven en simbiosis, intercambiando sustancias orgánicas que la planta sintetizó por agua y minerales que los hongos absorben del suelo con mayor eficiencia. En la vida de Sciaphila yakushimensis, ocurre lo contrario: "Los micoheterótrofos son un caso extremadamente raro", dice uno de los autores del descubrimiento, Kenji Suetsugu. …
Pero para el habitante del suelo poco profundo de la selva tropical, esta estrategia de supervivencia es extremadamente eficaz. Las plantas altas bloquean casi por completo la luz del sol, y debajo reina la oscuridad eterna. Sin sobresalir del suelo, la planta se mantiene más segura de los herbívoros e insectos que siempre se escabullen.