Un grupo de científicos encontró una característica común en los anticuerpos que neutralizan el SARS-CoV-2, que causa el Covid-19: resultó que un gen bloquea la interacción del virus con el cuerpo humano.

La proteína de pico es responsable de la entrada del virus en la célula y sirve como uno de los principales objetivos de las vacunas. La proteína del virus SARS-CoV-2 utiliza su dominio de unión al receptor (RBD) para influir en el receptor ACE2 y desencadenar el proceso de infección celular. Los anticuerpos dirigidos a un dominio pueden bloquearlo y, por lo tanto, neutralizar el virus.
Los autores del estudio, publicado en la revista Science, analizaron casi 300 de estos anticuerpos y encontraron que los más efectivos están codificados por el gen IGHV3-53. Se encuentra en el 10% de las muestras, a diferencia de otros genes del grupo IGHV (actúan sobre el dominio de unión al receptor de la proteína pico), lo que ocurre en promedio con una frecuencia del 1.8%. Los investigadores también observaron que los anticuerpos con IGHV3-53 contienen una versión inusualmente corta del bucle de CDR H3, generalmente responsable de la unión al antígeno. Sin embargo, son mucho más efectivos contra el SARS-CoV-2 en comparación con otros anticuerpos no codificados por IGHV3-53.
Experimentos anteriores han demostrado que los anticuerpos con IGHV3-53 se encuentran tanto en personas sanas como en personas infectadas. Los científicos creen que aumentar su concentración debido a la vacuna proporcionará una protección confiable y estable contra el coronavirus.

Para comprender cómo funciona el gen, el grupo utilizó cristalografía de rayos X. Recibió imágenes de dos anticuerpos adheridos al SARS-CoV-2. Resultó que usan diferentes genes para atacar el virus. Los resultados muestran que IGHV3-53 puede unirse a varias cadenas ligeras (compuestos proteicos que forman los anticuerpos) para bloquear el SARS-CoV-2.
“Pudimos identificar características estructurales únicas de los anticuerpos codificados por IGHV3-53 que explican por qué se unen tan bien a S ARS-CoV-2”, dice el coautor Meng Yuan.
Los científicos llamaron la atención sobre otra propiedad de los anticuerpos: después de la infección, prácticamente no cambiaron. Por lo general, cuando se encuentran con un virus, los anticuerpos mutan para combatir mejor el antígeno. Cuantos más cambios sean necesarios, más difícil será desarrollar una vacuna.
"Los coronavirus han existido durante cientos de años, y se puede suponer que nuestro sistema inmunológico ha evolucionado de tal manera que tenemos anticuerpos como estos que están listos para contraatacar de inmediato", dijo Ian Wilson, profesor de Biología Estructural de Hansen y Catedrático del Departamento de Investigación en Biología Integrativa Estructural y Computacional Scripps.
Los científicos aún no pueden comprender qué características moleculares son responsables de la efectividad de los anticuerpos. Pero los resultados de un nuevo estudio podrían ser el punto de partida para la creación de una vacuna. Los anticuerpos IGHV3-53 responden rápidamente al virus, lo que facilita su desarrollo. Además, los científicos especulan que su análisis podría ser un marcador de éxito en futuros ensayos.